Las aerolíneas firman coberturas de fuel un 35% más caras y subirán los precios

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  • Gran parte de las aerolíneas tienen derivados y evitan la volatilidad
  • Hasta ahora las compañías han optado por reducir márgenes

Las aerolíneas han estado, hasta ahora, protegidas frente al alza del precio de los combustibles al contar con el arma de doble filo que constituyen las coberturas financieras a corto y medio plazo. Pero pese a que la mayoría de las europeas sí contaban con estos instrumentos, con el paso de los meses y el progresivo encarecimiento del combustible se hace necesario negociar nuevos derivados y, según confirman a elEconomista hasta tres fuentes diferentes del sector aéreo, este tipo de instrumentos financieros incluyen un coste del fuel para aviación hasta un 35% superior al de hace solo unos meses.

El precio del barril de jet fuel -combustible de aviación- pasó del entorno de los 80 dólares a finales de 2021 a alcanzar los 160 dólares esta misma semana, según los últimos registros. Este aumento supone un incremento sobre los ya de por sí elevados precios del Brent y condena a las aerolíneas a un aumento de costes que, según señalan a este medio, han soportado en hasta ahora al reducir sus márgenes, pero que a partir de los próximos meses “se verán obligadas a repercutir a los clientes”.

“La mejor política de coberturas del petróleo es la que es estable”, señala un directivo de una de las principales aerolíneas del continente que mantiene una estrategia plurianual con una cobertura mínima del 60% a corto plazo. Pero no todas las compañías siguen esta recomendación pues, por ejemplo, Wizz Air, una de las mayores firmas de bajo coste de Europa, decidió en junio de 2021 aprobar la política de no cobertura para el periodo postCovid tras “evaluar los costes económicos y los beneficios”, tal y como ellos mismos señalaron y se recoge en la memoria anual de la compañía. Lo mismo ocurrió con Air Europa, que tras las pérdidas que estos derivados supusieron durante la peor época del Covid, decidió eliminarlas, según confirmaron a elEconomista fuentes de primer nivel de la propia compañía aérea de la familia Hidalgo.

Por su parte, IAG -matriz de compañías como Iberia, BA y Vueling- reconoció hace semanas que tenía una cobertura del 70% para el primer trimestre y del 60% para 2022, sin poner sobre la mesa la cifra a la que estas se habían conseguido. AirFrance – KLM reconoce en la información económica de la compañía que las coberturas para este 2022 van desde 70% en el primer trimestre, hasta el 25% en el cuarto, y se incrementan alrededor de un 15% cada trimestre, evitando dar cifras del coste por tonelada.

Sí lo hace EasyJet, que a través de su último informe de resultados, refleja una subida del 35% en el coste de derivados. En concreto, señala que para el segundo semestre de su año fiscal 2022, que termina en septiembre, cuenta con unas coberturas del 64% a 571 dólares por tonelada de combustible de aviación. En cambio, para el primer trimestre de 2023, la aerolínea mantiene derivados sobre el 42% de su consumo a un precio de 654 dólares. Según esta información, para el verano del próximo año, la cobertura actual es apenas del 15% y a un precio de 766 dólares por tonelada.

Otras, como Ryanair, tienen para el conjunto del año fiscal 2023 (marzo 2022 a marzo de 2023) un porcentaje de cobertura del 75% y también evitan dar el precio al que las han conseguido. Lufthansa, por su parte, ha logrado asegurarse hasta el 65% del fuel que consumirá en los próximos dos años. Durante 2021 consiguieron establecer la compra del combustible, según ellos mismos reconocen, a un precio medio de 640,23 dólares por tonelada, lo que les permitió ahorrarse 174 millones de euros frente al precio del mercado, pero reconoce que, pese a las coberturas, el precio de su partida de costes principal, el combustible, se encareció en un 50% el año pasado. No ha parado de subir desde entonces y el escenario para este ejercicio muestra mayores subidas.

Más caro y menos derivados

El arma de doble filo que son los derivados financieros sobre el precio del combustible recoge, según reconocen desde las aerolíneas, múltiples variables además de los propios precios del mercado. El encarecimiento de estos precios les ha llevado a ajustar al mínimo que permiten sus estrategias plurianuales los derivados en un momento en el que el mercado está “disparado” y, por tanto, los precios de las coberturas también. Las compañías confían en que, en el medio plazo, estos se estabilicen y permitan conseguir mejores precios.

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