Víctor no parecía nervioso hace unos meses; más bien todo lo contrario. Estaba «prácticamente seguro» de que este verano volvería a tener un puesto de trabajo que le permita ahorrar algo de dinero para todo el curso. Estudia Derecho en Granada, aunque el año que viene se irá de Erasmus y todo el dinero que pueda juntar se hace más que necesario. La historia de este joven esteponero es uno de los más de 1.400 relatos que compartían los candidatos el pasado mes de abril, y que se habìan reunido en Marbella para aspirar un puesto de trabajo en el festival Starlite de Marbella, que un año más se celebraba en la cantera de Nagüeles.
En estos últimos años, la provincia de Málaga se ha convertido en un destino musical. Más de 100 conciertos entre recitales y festivales se están dando cita tan solo en verano, lo que supone un buena fuente de empleo, especialmente para los más jóvenes. En el caso de Starlite, el ‘recruiting’ era de 400 personas, aunque finalmente están trabajando más de 500 con unos sueldos ligeramente superiores a la media. Camareros, conductores, electricistas, técnicos de sonido o personal de producción son algunos de estos puestos que se pueden extrapolar a cualquier evento de estas características.
El gerente de otra promotora de conciertos en la provincia que prefiere no identificarse asegura que, en un recital medio, el personal entre todas estas categorías puede ascencer hasta las 100 personas, aunque podría ser mayor. «Depende mucho del tipo de evento, pero se pueden necesitar desde 30 a 200 personas; una cifra que multiplicado por 100 eventos da un número muy elevado», explica este responsable. «Yo calculo que cerca de 1.000 familias viven en verano de forma directa del negocio de la música», añade.
